Actualmente en el mercado encontramos varios tipos de tarima de madera para una obra o reforma, podemos clasificarlas atendiendo a: la colocación, la composición y la resistencia de una tarima.
Comúnmente se denomina tarima de madera a cualquier elemento de madera instalado para el suelo de los edificios, pero siendo rigurosos solo deberíamos hablar tarima de madera cuando el suelo es de madera maciza o semi-maciza instalada encolada, clavada o enrastrelada. Cualquier material que no sea esto será otro tipo de pavimento de madera, pero no debería denominarse tarima.
Tipos de tarima según su sistema de colocación
Atendiendo a su colocación, los suelos de madera pueden ser flotantes o fijos. La gran ventaja de los pavimentos flotantes de madera es la facilidad de colocación en contraposición con los sistemas tradicionales de pegado, clavado o enrastrelado.
La instalación enrastrelada consiste en la fijación de los pavimentos sobre “rastreles”. Esto son bandas continuas de apoyo para los elementos.
Como hemos comentado anteriormente la tarima (la de verdad, la de madera maciza) siempre debe colocarse fija, ya que tiene una gran inestabilidad dimensional y si la dejáramos sin fijar se retorcería y levantaría arruinando nuestro suelo.
Además, para instalar una tarima de madera pegada la base de la misma ha de tener la dureza y nivelación necesaria. Para ello en la mayoría de las ocasiones es necesario aplicar productos específicos como endurecedores o pastas de nivelación.
Si se instalan pavimentos flotantes de madera, es fundamental que cuenten con un buen sistema de clip entre piezas para el pavimentos no se abra por las juntas de las piezas.
Por tanto, el sistema de colocación dependerá siempre del tipo pavimento que vayamos a instalar.
Tipos de pavimentos de madera según su composición
Como ya hemos comentado la madera es un material inestable, puede variar sus dimensiones en función de la temperatura y humedad. Es por ello que disponemos de varias alternativas a la madera natural maciza que tradicionalmente se ha utilizado (tarimas y parqués).
Actualmente en el mercado disponemos de pavimentos de madera laminada. Estos pavimentos están compuestos por varias laminas naturales o sintéticas que aportan estabilidad a las piezas.
Cuando algunas de estas las capas no es de madera, las podemos llamar suelos flotantes sintéticos. Generalmente son derivados de la madera.
Es solo la ultima lamina (la que se pisa) la que se realice con el material “noble” que da aspecto a nuestro suelo, pero esta capa es de tan solo unos milímetros, el resto de materiales bajo esta capa son otros tipos de maderas o fibras que aportan la estabilidad dimensional a la tabla.
Sobre la capa noble debe contar con una capa de protección transparente, que le aporta dureza a la cara superior de la pieza.
Y es en este punto cuando podemos hablar de clasificación con respecto a su resistencia.
Tipos de pavimentos de madera según su resistencia
Las tarimas o suelos de madera naturales, dependerán de la dureza de la madera instalada y los barnices o tratamientos aplicados manualmente en estos suelos, por tanto, no vienen clasificados de fábrica.
Sin embargo, los pavimentos lamiados de madera se compran con el acabado terminado, con lo cual es necesario conocer sus características antes de adquirirlo.
Para la clasificación la resistencia de los pavimentos de madera laminada lo mas frecuente es hablar de la clasificación AC (Abrasion Class). Teniendo varios niveles que van desde el AC-1 al AC-6, siendo el 6 el de mayor resistencia a la abrasión con más 8.500 vueltas de rodillo abrasivo antes de producirse el desgaste.
A nivel comercial no creo que ya podamos encontrar ya pavimentos laminados con una clasificación más baja de AC-4.
No obstante, esta clasificación no indica intrínsecamente la calidad del pavimento, pues solo nos habla de su resistencia a la abrasión, que es muy importante, pero no la única característica a tener en cuenta.
Otro factor que afecta mucho a la calidad de los pavimentos de madera laminada es el grosor de la tabla. Que aporta estabilidad dimensional y confort.
Hace un tiempo los fabricantes de los pavimentos laminados se centraban en la dureza de las piezas como sinónimo de calidad, este criterio ha sido adoptado por los clientes y usuarios pese a ser un criterio totalmente equivoco.
Clasificación por clases
Es por ello que cada vez mas fabricantes emplean el termino de CLASE para hablar de la calidad de los suelos de madera laminada. Por ejemplo “CLASE 23”.
El primer número nos indicaría la zona donde debe ser empleado el pavimento ( 2 domestico o 3 comercial) y el segundo nos indicaría la intensidad de uso (siendo el 1 moderado, 2 normal o 3 intenso).
La “CLASE 23” nos indica que es para uso doméstico pero intenso.
La “CLASE 32” nos indica la aptitud de un pavimento para uso comercial normal.
Por tanto, que esta clasificación de clases es mas adecuada para definir la calidad de un pavimento y su idoneidad para los distintos usos.
Entonces, ya sabes como elegir la tarima mas adecuada para tu obra o reforma atendiendo a los tipos de tarimas que hay en el mercado.
Pues debemos tener en cuenta todos factores, entre ellos el económico. Pero para una vivienda una tarima de CLASE 2X seria adecuado, dependiendo el segundo digito de condicionantes como si tentemos mascotas, niños, recibimos muchas visitas…
Es el momento de buscar productos en el mercado para tu obra o reforma, has de valorar y ponderar todos los factores que hemos explicado para decidir la mejor opción.
Si estas pensando en realizar una reforma de tu vivienda, echale un ojo además a este articulo para evitar algunos errores habituales.